5 MITOS DE LA SEXUALIDAD QUE SÍ DAN MIEDO

Esta semana las redes se han inundado de maquillajes terroríficos, bailes imposibles, disfraces y sustos. Y como no podía ser de otra manera, no perdemos la oportunidad de hablar de algo que sí da miedo: lo que los mitos relacionados con la sexualidad nos provocan.

Podríamos hablar de infinitos de ellos, pero tampoco queríamos atemorizaros en exceso, así que vamos con cinco, que seguro que te suenan:

Hay una edad adecuada para comenzar a tener relaciones sexuales por primera vez

Parece que la vida está marcada por momentos “clave”, y la famosa “primera vez” no podía no subirse a ese carro de momentos vitales. La realidad es que no hay un momento determinado para comenzar a tener encuentros eróticos. El momento ideal es cuando cada persona considere que es SU momento, y este puede ser con 16, con 19 o con veintipico {introduce aquí tu momento}. Además, que cuando hablamos de la primera vez, solemos referirnos a la primera vez que tenemos penetración, pero, ¿qué pasa con el resto de primeras veces? La primera vez de un beso, la primera vez de un beso con X persona, la primera vez de una caricia, de una masturbación… La vida está llena de primeras veces, todas importantes y con el valor que cada una queramos darle 😉

Los chicos tienen más deseo que las chicas

¿Habéis oído eso de que a las mujeres hay que insistirles y los hombres “siempre están dispuestos”? Ojo, porque esto no tiene nada que ver con la realidad. Lo que sí que es real es que el deseo de los chicos está mucho más aceptado socialmente que el de las chicas; bueno, en realidad, la expresión de ese deseo, lo que suma cargas tanto a hombres como mujeres. ¿Qué pasa con la expectativa de que ellos siempre tienen que tener ganas? ¿Y qué pasa cuando las mujeres expresan abiertamente su deseo? Lo que pasa es que cuando no nos ajustamos a esas expectativas, se pueden producir malestares, por lo que normalizar la conversación sobre los deseos, sin la carga de quién lo ponga encima de la mesa y en qué cantidad, libera, y podría traducirse en un mayor bienestar, aceptando los deseos tanto propios como ajenos. Ni qué decir tiene el respeto que esto merece, pero eso nos lo guardamos para otro post.

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Si tengo relaciones cuando estoy con la regla no me puedo quedar embarazada

La realidad es que sí. Aunque el ciclo de la mayoría de las mujeres suele ser más o menos regular, éste se ve afectado por numerosos factores externos que pueden hacer que ovulemos antes o después de lo previsto, por eso aunque la mujer tenga la regla en el momento de la relación con penetración, se podría estar produciendo, a la vez, una nueva ovulación. Y eso solo podríamos saberlo a posteriori. En resumen, el conocimiento del ciclo sirve más para embarazarse que para no hacerlo, por lo que si lo que queréis es tener penetración vaginal, y queréis evitar el embarazo, lo indicado sería el uso de anticonceptivos.

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Si no hay penetración no es una relación sexual completa

Cuantas veces hemos contado algún rollo a algún/a amigo/a y nos han dicho “pero follasteis o no”. Parece que los encuentros solo valen cuando terminan en penetración, como si todo lo demás tuviera menos valor o no importara. En un encuentro lo importante es pasárselo bien, independientemente de las prácticas concretas que incluyamos en el mismo.

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Sexo y sexualidad son lo mismo

Pues, aunque son términos que tienden a equipararse, y si hiciéramos una lluvia de ideaS sobre lo que se nos viene a la cabeza, aparecerían infinidad de palabras, lo cierto es que son conceptos diferentes. Y, de hecho, habría que sumarle el concepto “erótica”, pues muchas veces, hablamos de sexualidad para referirnos a las relaciones eróticas, a los encuentros. Pero, en realidad se trata de tres conceptos diferentes, que nos permiten, además, comprender mucho mejor las peculiaridades de este terreno.

SEXO: lo que somos, somos hombres o somos mujeres; únicos/as y peculiares.

SEXUALIDAD: lo que sentimos. La vivencia del sexo que somos.

ERÓTICA: Lo que hacemos. Cómo expresamos nuestros deseos y hacia quién.

Puede parecer complejo, pero te prometemos que no lo es en absoluto. Y, de hecho, comprender el Hecho Sexual Humano nos puede ayudar a entendernos, en el más amplio sentido de los conceptos.