Quizás, en algún momento, haciendo scroll en cualquiera de tus redes sociales, has encontrado una publicación criticando la educación sexual; o incluso una fotografía o un vídeo completamente escandaloso de lo que se supone que se hace o se reparte en un taller de educación sexual.
Si alguna vez has participado en una charla o taller de este tipo, seguro que ese vídeo no encaja para nada con lo que se hizo en tu clase. Sencillamente, porque todas esas publicaciones son mentira.
El problema es que hay mucha gente que jamás ha participado en un taller de educación sexual y que no tiene por qué saber que eso que alguien les ha compartido a través de WhatsApp es un bulo. Hablamos de muchas madres y padres que se agobian al pensar que eso pueda estar pasando en la clase a la que va su hijo o hija. Y que pueden acabar decidiendo que es mejor que su hijo o hija no participe en las actividades de educación sexual; o que no se debería hacer ninguna actividad de ese tipo en el centro educativo; o que, directamente, es intolerable que la educación sexual esté presente en nuestro país ☹
Si has participado en una charla o un taller de educación sexual, nos apostaríamos algo a que podrías decir que ha tenido un impacto positivo en tu vida. Porque has podido hablar con libertad sobre algo que normalmente es un tabú; porque has aprendido algo nuevo; porque pensabas que eso que te pasaba sólo te pasaba a ti y que era algo terrible (y luego respiraste porque se trataba de algo común); o porque te hizo replantearte algo. A lo largo de los últimos años se han hecho muchos estudios para comprobar precisamente eso: que la educación sexual es una herramienta fantástica para que las personas vivan mejor todo lo que tiene que ver con la sexualidad.
Por eso, te compartimos la respuesta a cinco cosas que se suelen decir para criticar la educación sexual, que también son mentira y que nos hacen un daño terrible, como individuos y como sociedad. Para que la próxima vez que escuches algo de esto, tengas más argumentos para contestar.
ES MENTIRA QUE LA EDUCACIÓN SEXUAL ADOCTRINE
LA VERDAD ES QUE la educación sexual implica inculcar una serie de valores que no son particulares, sino que hemos acordado como sociedad. La igualdad, el respeto o la diversidad no son algo que pueda elegirse/preferirse o no; son valores democráticos que hacen de nuestra sociedad una sociedad moderna y decente.
ES MENTIRA QUE LA EDUCACIÓN SEXUAL FOMENTE LA PROMISCUIDAD
LA VERDAD ES QUE la educación sexual ofrece información precisa sobre la anatomía y la fisiología de la erótica y la reproducción, así como sobre sus posibilidades y consecuencias; lo que os ayuda a las personas jóvenes a tomar decisiones verdaderamente basadas en vuestros deseos y valores.
Aquellas personas que han recibido educación sexual tienden a retrasar sus primeros encuentros eróticos, precisamente porque éstos dejan de ser el resultado de ciertas presiones sociales, para convertirse únicamente en la consecuencia de sus decisiones.
ES MENTIRA QUE LA EDUCACIÓN SEXUAL MODIFIQUE LA IDENTIDAD O LA ORIENTACIÓN SEXUAL
LA VERDAD ES QUE a día de hoy, sabemos que, por muchos esfuerzos que se hagan -y se han hecho-, ninguna persona puede alterar la identidad o la orientación sexual de otra, en ninguna dirección. La educación sexual reconoce la diversidad como una realidad y como un valor; y ofrece un espacio para comprender qué significan determinados términos, así como para evitar confusiones habituales entre ellos. Un espacio para que los/as niños/as y los/as jóvenes puedan expresarse con libertad y sin discriminación, y para resolver las dudas y dificultades que surjan en este contexto.
ES MENTIRA QUE LA EDUCACIÓN SEXUAL CONSISTA EN UN RECETARIO DE POSTURAS
LA VERDAD ES QUE la educación sexual aborda todos componentes de la sexualidad, que son muchos. Eso también implica, por supuesto, hablar de relaciones sexuales, pero no como quien recita el kamasutra, sino poniendo el foco en el deseo, el placer, o el consentimiento; transmita que no hay una forma estándar de tener encuentros, y que cada persona debe tomar sus propias decisiones.
ES MENTIRA QUE LAS ORGANIZACIONES QUE NOS DEDICAMOS A LA EDUCACIÓN SEXUAL SEAMOS CHIRINGUITOS
LA VERDAD ES QUE estas organizaciones somos agentes sociales fundamentales, que dan respuesta a una necesidad a la que el Estado no está dando cobertura. Los centros educativos públicos y privados acuden a nosotras porque sienten que la educación sexual es algo importante, que no tienen capacidad para abordar. Y, a pesar de todos los esfuerzos realizados, se trata de algo tan grande y a lo que se está prestando tan poca atención, que no estamos pudiendo atenderlo del todo.