Porque la diversidad es lo natural. Acompáñanos a abrir y cultivar espacios para el conocimiento y el diálogo
¿Cuántos colores y formas diferentes puedes ver en un mismo jardín? Cuanto más diverso, más bonito nos parece. Y es que lo natural es la diversidad.
También en las personas.
La diversidad sexual y de género es una realidad. Nuestros cuerpos, nuestras identidades, nuestros deseos y la expresión de nuestro sexo son diferentes; y, aunque hay personas más o menos alejadas de lo que se considera normativo, nuestras diferencias sólo corroboran que la diversidad existe, y que cada uno/a de nosotros/as (sí, tú también) es una muestra de ello.
Es normal que, cuando se habla de este tema, a veces no entendamos algunos conceptos o algunas realidades. Porque muchas veces los cambios sociales van más deprisa que nuestra capacidad para entenderlos.
También es normal y enriquecedor que haya discusiones sobre cómo regular los derechos que tienen que ver con la diversidad sexual y de género. Para gestionarlas es importante poner por encima el respeto hacia las personas, que además son mucho más que su orientación o su identidad sexual o de género.
Saber más sobre la diversidad sexual y de género es importante para poder comprender a las personas. Por eso hay que abrir y cultivar espacios para el conocimiento y el diálogo.
Métete en este jardín con nosotras: