¿Dirías que las fantasías sexuales siempre están conectadas con nuestros deseos y con cosas que nos gustaría llevar a la práctica?
Tendría sentido pensar que sí, la verdad. ¿Para qué vas a fantasear con algo que no te gusta?
Pero la verdad es que fantasía y deseo son dos cosas muy diferentes.
Cuando hablamos de FANTASÍAS, nos estamos refiriendo a imágenes o escenas que, de forma voluntaria, generamos en nuestra cabeza y que nos ayudan a excitarnos.
Los DESEOS son nuestras ganas de hacer algo (erótico en este caso) y surgen de forma involuntaria. No puedes escoger si te gustan los chicos o las chicas, o ambos, o ninguno; ni qué personas y situaciones concretas te gustan o te ponen.
La cantidad de escenas que podemos crear voluntariamente y que nos producen excitación es mucho mayor que las situaciones en las que realmente se despierta nuestro deseo. Esto es así porque imaginamos lo que queremos y porque en nuestra cabeza todo ocurre exactamente tal y como decidimos. Pero quizá no funcionaría tratar de llevarlo a la práctica. De hecho, hay situaciones que pueden despertar nuestro deseo y que no llevamos a la práctica. Porque el deseo es involuntario, pero lo que hacemos sí lo decidimos.
Aquí van un par de ejemplos en los que se ve claramente esa diferencia entre fantasía y realidad:
- Puedes imaginar que bajas a la compra y que te encuentras a un vecino o vecina que te atrae muchísimo y con quien surge una escena muy hot en la que os miráis y os morreáis apasionadamente. Pero, si lo llevaras a la vida real… ¿Quién es ese vecino o vecina? ¿En realidad existe? Y si es así, quizá en realidad te pondrías como un tomate al verlo o verla, o igual has bajado a tirar la basura con tus peores pintas y lo que te faltaba es encontrarte con alguien en el portal.
- O, por ejemplo, lo de los tríos, que es una fantasía muy popular. En tu cabeza puede funcionar perfectamente, claro. Porque durante esa escena todo el mundo está “ocupado” y tiene algo que hacer. Y porque nadie se siente mal, fuera de lugar o con celos. Pero, si lo llevaras a la realidad… ¿Funcionaría todo igual de bien? Igual se te pondría cara de meme “cuando lo pides por internet vs. cuando te llega”.
Esta diferencia entre fantasía y deseo se ve muy claramente en otros contextos de nuestra vida (seguro que en un momento de frustración has fantaseado con un escenario apocalíptico que no te gustaría que ocurriera en realidad). Pero con lo erótico, muchas veces se da por hecho que todo lo que forma parte de nuestra imaginación tiene que llevarse a la práctica. HAZ REALIDAD TUS FANTASÍAS SEXUALES, nos dicen. Pero cuando las hacemos realidad, las fantasías dejan de funcionar.
Otro tema que suele generar mucha confusión son los sueños. ¿Siempre que soñamos con algo significa que nuestro subconsciente nos está indicando que eso es lo que queremos hacer? Pues tampoco 🙂
He soñado que me enrollaba con una chica y a mí me gustan los chicos. O que me enrollaba con mi mejor amigo. O con una persona que no es mi pareja. ¿Se puede considerar infidelidad? ¿Debería preocuparme? Los sueños son escenas que nuestro cerebro construye de forma aleatoria cuando dormimos. Se trata de algo involuntario y que, a pesar de todo lo que hayas leído sobre sus posibles interpretaciones, no significa nada más allá de que las partes de algunas de esas escenas sean trocitos de realidad.
Así que, si ocurre, puedes estar tranquilo/a. Los sueños, sueños son.