Las personas jóvenes son conscientes de lo que necesitan, así que, ¿por qué no las escuchamos?
Hace poco, en un taller de educación sexual que realizamos en un centro educativo, una chica levantó la mano 🙋 y nos dijo: “A mí me gustaría saber lo que pensáis de las personas como yo”. Le preguntamos si se refería a las personas que estudian en un instituto, a la gente del barrio, a las chicas… “No. Qué pensáis de la gente joven como GENERACIÓN. Si también pensáis que no sabemos nada y si vais a hablarnos como si no pensáramos”.
Estas palabras, que ya habíamos oído antes, surgen especialmente cuando hay algún debate sobre la educación sexual. Porque desde algunos sectores, afortunadamente minoritarios, se dice que la educación sexual es peligrosa, que pone en la cabeza de la gente ideas que antes no estaban ahí, y que no hay que enseñar cosas a las y los jóvenes sino que hay que “protegerles”.
¡Si precisamente cuando educamos para que las personas jóvenes se conozcan, se respeten y tengan relaciones positivas estamos protegiendo, o mejor dicho cuidando y cuidándonos mutuamente! 🤗
La verdad es que las aulas están llenas de personas con criterio y que quieren aprender sobre sexualidad no porque quieran follar, PORQUE ESE NI SIQUIERA ES EL TEMA, sino porque entienden que van a tener un conocimiento y unas herramientas que les van a ayudar a relacionarse mejor, a sentirse más respetadas, a mejorar como personas. Y por cierto, en las aulas enseñamos cosas que han sido revisadas por personas expertas, organismos…y que son respetuosas con cada edad y cada creencia.
Así que dejemos que la gente joven nos cuente lo que sabe y lo que necesita, y prestemos atención cuando nos dicen “queremos aprender” ☝️.