Lo importante aquí es cómo te sientes al respecto, y si encaja con tus deseos, placer, creencias y valores personales.
La respuesta a esta pregunta -como a la mayoría de las que tiene que ver con la sexualidad- no es tan simple como un “sí” o un “no” 🤔. Lo importante aquí es cómo te sientes al respecto, y si encaja con tus deseos, placer, creencias y valores personales. Vamos por partes 👇🏼👇🏼
¿Es “normal” masturbarse?
La masturbación es una práctica habitual que muchas personas realizan en algún momento de su vida. Además de ser una forma de sentir placer, para muchas personas se trata de una forma de conocer su cuerpo y entender mejor cómo funciona y qué es lo que les gusta.
Eso no significa que todas las personas lo hagan, o a que a todas les interese. Cada persona es única y no tenemos por qué seguir los discursos que nos dicen que debemos o no debemos masturbarnos.
¿Es obligatorio hacerlo?
No, no es obligatorio masturbarse. Es una opción personal, y cada persona decide si quiere hacerlo o no. Lo importante es hacerlo porque nos apetece y sin presiones.
¿Es saludable?
Seguro que has leído que la masturbación reduce el estrés, protege el corazón y mejora la piel. Y es verdad que la evidencia científica apunta hacia esos beneficios, pero seguramente quien lo hace no está buscando ese tipo de beneficios (puede que tenga más impacto en la salud irse a dar un paseo por el bosque o subir andando las escaleras de tu casa).
Más que en los beneficios para la salud, es importante que pensemos en si nos sentimos bien con ello. Para algunas personas, la masturbación supone un choque frontal con sus creencias y valores. Otras ni siquiera sienten el deseo de hacerlo y, entonces, ¿por qué vamos a recomendársela?
En definitiva, la cosa no va de si es una práctica saludable o no, sino de si es algo que te hace sentir bien a ti, física y emocionalmente, y de si es coherente con quien eres.
¿Daña mi salud o a mi cuerpo?
En el otro polo, seguro que también has escuchado un montón de cosas feísimas sobre la masturbación. Algunas de las que más se dicen son que hace que te salgan granos y que te quedes estéril, pero ninguna de ellas es cierta. ➡️La masturbación no gasta nuestra energía, ni daña nuestros genitales, ni afecta a nuestra capacidad para tener relaciones sexuales o para reproducirnos en el futuro . Son sólo mitos.
¿Es diferente para chicos y chicas?
Seguramente los chicos hablan más de su masturbación, y hay muchas chicas que no se atreven a hablar de ello porque tienen miedo a ser criticadas o porque sienten vergüenza. Esto tiene mucho que ver con cómo la sociedad ha tratado el tema de la sexualidad femenina a lo largo del tiempo: al igual que en otras muchas situaciones, si una chica reconoce que se masturba, puede recibir la etiqueta de “guarra”.
Este silencio hace que muchas chicas se pregunten si masturbarse es algo raro o incorrecto, y que acaben sintiéndose culpables, cuando la realidad es que las chicas también se masturban y no hay nada malo en que lo hagan. A ver si ya logramos superar ese tabú‼️
¿Cómo se hace?
Pues como te dé la gana, la verdad 😊. La mayor parte de las personas acarician sus genitales de forma directa o indirecta, pero no hay ninguna técnica correcta para hacerlo, veas lo que veas en internet o en las redes sociales.
De verdad, cada persona es diferente y lo que funciona para unas puede ser una experiencia desagradable para otras. Lo importante es ir descubriendo lo que te hace sentir bien, siempre respetando tus propios tiempos y deseos.
¿Cuándo preocuparse?
En la adolescencia y la juventud es común que la masturbación sea más frecuente debido a los cambios hormonales, el aumento del deseo sexual y la curiosidad por descubrir el propio cuerpo. Es una etapa de exploración, y es normal que suceda con mayor regularidad. Sin embargo, no es motivo de preocupación a menos que comience a interferir con otras áreas importantes de la vida, como el estudio, las relaciones sociales o las actividades diarias. Esto ocurre en casos muy raros, ya que, para la mayoría de las personas, la masturbación es sólo una actividad más en su vida, que no afecta a su rutina habitual.
Una vez más, la clave está en que hagas lo que te apetezca, sin agobios ni manuales de instrucciones. ¡Tu cuerpo, tus reglas!