No existen manuales ni recetas mágicas, pero sí hay unas claves a tener en cuenta para que tus encuentros sean placenteros.
¡Hola de nuevo! 👋👋 Esperamos que hayas tenido un verano estupendo y que hayas vuelto con las pilas cargadas 🔋.
Hoy vamos a hablar de una pregunta que surge mucho en los talleres de educación sexual que realizamos y que tiene muchas formas, aunque la más común es ésta: «¿Cómo puedo darle placer a un chico o a una chica?» 🤔.
Ésta es una duda súper común y válida, pero es importante recordar que en nuestras relaciones sexuales no se trata de hacer algo “perfecto” como si fuera un examen y la otra persona nos fuera a poner una nota. ¡Que es que a veces vamos a los encuentros eróticos como si fuéramos a una oposición! 😖.
Aunque seguro que has visto mil vídeos en internet sobre cómo hay que poner las manos, la boca y el cuerpo para hacer bien tal o cual cosa, en realidad el placer en una relación sexual no se mide por lo bien que se sigue un manual, sino por la conexión, el respeto y el disfrute compartido entre las personas involucradas.
El placer: mucho más que genitales y orgasmos
Cuando pensamos en placer, solemos enfocarnos en lo genital y en los orgasmos, pero en realidad va mucho más allá de eso. Puede estar en los besos, en una caricia, en una mirada, o simplemente en el hecho de estar cerca de alguien que te gusta. Es un conjunto de sensaciones y emociones que pueden surgir en cualquier parte del encuentro. Incluso un momento de risa, una conversación íntima o un abrazo pueden ser profundamente placenteros 🥰.
El placer también puede variar enormemente de una persona a otra; lo que a alguien le parece increíble, a otra persona podría no resultarle tan placentero. No hay técnicas universales ni recetas mágicas para complacer a todo el mundo porque, en realidad, todos y todas tenemos gustos y límites diferentes.
La importancia de la comunicación: preguntar, escuchar y expresarse
Aquí es donde entra en juego la comunicación 🗨️. A veces pensamos que deberíamos saber instintivamente cómo hacer que la otra persona se sienta bien, pero en realidad, la mejor manera de saber qué le gusta a alguien es preguntar. Igual que cuando invitas a alguien a comer y le preguntas si tiene alguna preferencia o alergia, en el terreno del placer también es clave preguntar y estar dispuestos/as a escuchar 👂.
Preguntar cosas como «¿Te gusta esto?» o «¿Prefieres algo diferente?» no solo es normal, sino necesario. Pero la comunicación no va sólo sobre preguntar; también es importante que cada persona se sienta cómodo expresando lo que quiere, lo que le gusta, y lo que no. Decir «más despacio», «más fuerte», o «eso no me gusta» es parte de cuidar de nuestro propio bienestar y del bienestar de la otra persona.
No tengas miedo de poner límites ✋. No porque estés en un momento íntimo significa que todo vale: tu comodidad y consentimiento son igual de importantes que los de la otra persona. Como cuando nos rascan la espalda y no dudamos en decir «más a la derecha» o «más a la izquierda», también deberíamos sentirnos con la libertad de guiar a la otra persona hacia lo que nos resulta más placentero.
Hacia un «Sí» entusiasta
Hace poco celebramos el Día Mundial de la Salud Sexual, y uno de los mensajes clave de las organizaciones internacionales es que la salud sexual no se limita a la ausencia de enfermedades. Se trata también de asegurar que nuestros encuentros sexuales sean satisfactorios y saludables. Esto implica que debemos sentirnos libres para comunicarnos abiertamente y entender que el consentimiento no es solo dar un «sí» o «no», sino buscar un «sí» entusiasta y pleno; es decir, que ambas personas estén no sólo dispuestas, sino también A TOPE con lo que están haciendo. Es una comunicación constante, que no siempre es verbal, que puede cambiar en cualquier momento y que siempre debe ser respetada. Y recuerda, no hay prisa ni presión: lo importante es que ambas personas se sientan bien y disfruten del momento 🤗.
Al final, la clave para dar y recibir placer está en la comunicación 🗣️, en la conexión 🔌 y en la escucha mutua 🤝. No se trata de seguir un manual perfecto ni de cumplir expectativas ajenas, sino de disfrutar conjuntamente, de explorar y de aprender mutuamente. Así que, la próxima vez que te preguntes cómo dar placer, piensa en cómo puedes conectar, preguntar, escuchar y expresarte. Porque el placer es una experiencia compartida y única para cada pareja 😊.