El clítoris, ese gran desconocido

Es un órgano maravilloso del que sin embargo se habla muy poco. ¿Será porque da placer?

Como sabes, el pasado miércoles se celebró, como cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. Y no queríamos desaprovechar esta oportunidad para hablar de algunas cuestiones que tienen que ver, precisamente, con la sexualidad de las mujeres. ¿Que de qué hablamos? Pues de quién si no: del clítoris. ¿Te suena?

A día de hoy la mayoría de las personas saben o han oído hablar del clítoris. Sin embargo, todavía siguen existiendo ciertas limitaciones a la hora de nombrarlo; desde los libros de texto, donde ni aparece ni se le espera, hasta las culturas que lo borran y, literalmente, lo mutilan. Es por eso que hablar del clítoris todavía supone algún que otro desconcierto.

De hecho, resulta curioso que cuando buscas en Google imágenes sobre el clítoris, este suelen aparecer, siempre, en forma de dibujos, muñequitos e incluso frutas, lo que sin duda refuerza la invisibilización y la censura que, en el 2023, sigue existiendo alrededor de este órgano tan maravilloso.

Diseñado para el placer

Hablemos, pues, del famoso (e invisible) clítoris. Se trata, nada más y nada menos, que del único órgano del ser humano que ha sido diseñado única y exclusivamente para el placer. Ésa es su única función. Este órgano, de entre 10 y 12 cms, está formado por miles de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, lo que lo convierten en una estructura muy sensible a la estimulación. De hecho, podríamos comparar el pene con el clítoris (y viceversa) ya que comparten gran parte de la anatomía al proceder del mismo proceso embrionario (ambos tienen prepucio y glande). Además, ambos se erectan cuando hay excitación. Sin embargo, y a pesar de compartir grandes similitudes, siempre suele ponerse el foco en el pene. Lo que ocurre con el clítoris es que, a diferencia del pene, casi el 90% de su estructura se encuentra en el interior del cuerpo, por lo que resulta menos visible.  Y mientras que el pene tiene otras funciones, como expulsar la orina y el semen en el caso de una eyaculación, la única tarea del clítoris es darle a tu cuerpo alegría Macarena.

¿Suena bien, verdad? Pero quizá te preguntes por qué no se estudia en los libros de texto ni se habla de él con la naturalidad que merece. Pues bien, lo que ocurre es que al tratarse de un órgano que no se relaciona directamente con la reproducción, no se incluye en los libros de texto. Además, hablar del clítoris implica automáticamente poner encima de la mesa el placer de las personas con vulva, lo que, tradicionalmente y todavía hoy, sigue suponiendo un tabú para muchas personas.   

Más allá de la penetración hay todo un mundo de alegrías

Antiguamente, bueno, hasta hace no mucho, las relaciones sexuales se circunscribían a la reproducción. De hecho, procrear era considerado un valor, o EL valor, de los encuentros y de la pareja. Sin embargo, actualmente, a pesar de que a la reproducción se le sigue otorgando mucho valor (y lo tiene), el objetivo de los encuentros, de las relaciones sexuales, no siempre es ese, sino, en la mayoría de las ocasiones, la búsqueda de placer. Aterricemos: la mayoría de las veces, las personas mantienen encuentros eróticos por el mero hecho de buscar placer, de pasar un buen rato, y no tanto con el objetivo de buscar la procreación, aunque en algunas ocasiones también coexiste ese objetivo. Por eso es imprescindible poner encima de la mesa el valor del placer en los encuentros, tanto para las personas con pene como para las personas con vulva, y por tanto con clítoris.

Obviamente, en este punto no podemos dejar de lado la tradicional visión de los encuentros eróticos, en los que la penetración es considerada la práctica estrella. A veces, incluso, si no hay penetración no se considera que se ha tenido un encuentro erótico (hablamos de ”follar” sólo cuando hay penetración; si no la hay, hablamos de otra cosa). Por eso es importante conocer la estructura de los genitales, tanto masculinos como femeninos, para conocer con exactitud aquellos órganos que permiten dar y obtener mayor placer: a veces a través de penetración, y a veces a través de otras prácticas que estimulan los órganos sexuales.

Hay que hablar del clítoris

Pero como todo, a veces no es fácil. A pesar de que internet nos ofrece muchísima información, no es sencillo discriminar la que es veraz de la que está sesgada. Además, hablar de esto muchas veces puede dar vergüenza e incluso dar pie, si eres mujer, a burlas o situaciones desagradables, lo que contribuye a que se silencie todo lo relacionado con el placer, y por tanto con el clítoris.

El 8 de marzo se reivindican y conmemoran muchos derechos de las mujeres y se recuerda que continúan existiendo muchas discriminaciones y violencias en los diferentes ámbitos de la vida: social, laboral, íntimo… Por eso es imprescindible que luchemos, todos y todas, para alcanzar la igualdad en todos esos ámbitos. Y eso pasa, indudablemente, por hablar, entre otras muchas cuestiones, de placeres y de cuerpos, sin olvidar, por supuesto, que el clítoris es una parte más de nuestro cuerpo, que otorga, además, grandes alegrías.

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