Cosas que puedes hacer por tu salud

El 28 de mayo se celebra el Día internacional de acción por la salud de las mujeres.

Aprovechamos para recordar que reivindicamos el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres, que deben poder ejercer sin restricciones ni exclusiones y en todos los momentos de su vida. Y celebramos que en nuestro país se han producido un montón de avances legislativos y culturales respecto a la salud sexual. Avances que, ojo, no han surgido de la nada, sino que son fruto del trabajo y la lucha de millones de personas en todo el mundo.

Como cuando hablamos de salud no sólo hablamos de ausencia de enfermedad sino de bienestar, queremos compartir contigo cuatro cosas importantes para que puedas cuidar tu salud sexual y vivir tu sexualidad con tooooodo el bienestar:

  • Es importante conocernos. Conocer nuestro cuerpo, cómo es y cómo responde, para que, si hay algún cambio, podamos identificar esa señal y consultarlo con un especialista.
  • No hace falta esperar a que nos pase algo, a que algo cambie. Podemos y debemos hacernos revisiones cada cierto tiempo. Ten en cuenta que la periodicidad de estas dependerá de tu edad, tu historial clínico y tus hábitos. Por eso es importante que podamos hablarlo con el personal (enfermeras, matronas, médicos/as) de nuestro centro de salud, para que nos indiquen cuándo y cómo. Y también con nuestra familia  si todavía no nos encargamos de estas cuestiones nosotras mismas.
  • Te reconocemos que el sistema sanitario es complejo, y que conocer cuál es el recorrido que debemos seguir no siempre es fácil. Pero recuerda que hay recursos como el Centro Joven de Atención a la Sexualidad, el CJAS, desde los que podemos indicarte a qué puerta debes llamar para que no des rodeos.
  • Además de estas cuestiones, que son más físicas o más médicas, lo psicológico es importantísimo. Si tienes dificultades para comunicarte o negociar en pareja; si sientes malestar con respecto a tu sexualidad; si sientes que hay algo en tu relación que está haciendo que salten algunas alarmas; si tienes dudas, hay profesionales y recursos diseñados para informarte, asesorarte y acompañarte para que estés mejor.
  • Y ten en cuenta que el cuidado de nuestra salud no sólo tiene que ver con lo que nosotras hagamos, sino también con que existan recursos en los que recibamos la atención que necesitamos, sin juzgarnos y sin reñirnos. Es nuestro derecho. Así que otra cosa que puedes hacer es exigir esa atención.

Recuerda: salud no es no estar mal. Es estar bien o, incluso, estar mejor. ¡Feliz día!

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