El 20 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Prueba Rápida de VIH, y hemos querido aprovechar la ocasión para poner encima de la mesa algunos mitos e ideas erróneas sobre la prueba, que pueden llevar a confusión y por tanto a que el cribado sea menor.
Vamos a ello:
❌ MITO 1: La prueba rápida de VIH es diagnóstica
¡Error! La prueba rápida es una prueba de cribado, pues sirve para descartar la infección, pero no como diagnóstico. Esto es así ya que la prueba rápida lo que detecta son anticuerpos que el propio cuerpo genera en presencia del virus. Aunque tiene una sensibilidad alta, es decir, el margen de error suele ser pequeño, a veces la prueba puede reaccionar sin que necesariamente esos anticuerpos sean por la presencia de VIH.
- Clave: Es importante realizarse la prueba para confirmar que todo está bien, y en caso de que esta prueba reaccione, es decir sea positiva, confirmarlo a través de pruebas diagnósticas y ponerse en tratamiento lo antes posible.
❌ MITO 2: La prueba rápida de VIH es de sangre
No necesariamente. Algunas pruebas rápidas se realizan a través de la punción de capilares, es decir, a través de un ligero pinchacito en el dedo. Sin embargo, existen otras pruebas que se realizan a través de una muestra de saliva. Ambas pruebas son similares en cuanto a fiabilidad, y ambas necesitan ser confirmadas en caso de positivo.
- Clave: Si quieres descartar la infección, pero te dan miedito las agujas, la prueba rápida de saliva es tu opción.
❌ MITO 3: Si he tenido muchas prácticas y el resultado es negativo es que soy inmune
Falso, error, negativo, huye de esa idea 😉. Para que se produzca la transmisión tienen que darse una serie de factores, que no siempre ocurren. Que en este momento no se haya producido una infección hasta ahora, no significa que no se pueda producir en el futuro.
- Clave: la prueba rápida no determina nuestra inmunidad. De hecho, la inmunidad con respecto al VIH no existe.
Toma nota 📝: Si prefieres no jugar a la ruleta rusa del VIH y disfrutar de tus encuentros tranquilo/a sin rayarte después por si ha habido o no transmisión, ahí van dos ideas clave: el uso de preservativo evita la transmisión de VIH y otras ITS, y las pruebas rápidas permiten descartar o confirmar de forma sencilla y rápida (como su nombre indica).
¡No te cortes! Hacerse la prueba no es un signo de torpeza o debilidad sino todo lo contrario, es un indicativo de que somos responsables con nuestra salud y con las de nuestra pareja o parejas.