La menstruación es la regla, no es la excepción. Sin misterios.

Tener la regla no sólo es natural, sino que es un signo de salud. Sin embargo, sigue generando miedo o vergüenza entre muchas jóvenes. Seguro que crees que exageramos, pero:

Sigue costando hablar de la menstruación en público. Pedimos compresas o tampones al oído y nos agobiamos si nuestra ropa se mancha de sangre. Muchas personas piensan que se trata de algo sucio o lo viven como un rollo o como algo muy incómodo.
Se difunden mitos relacionados con la regla. Desde que con ella no se puede hacer deporte hasta que no es posible quedarse embarazada si se está menstruando.
Parece que las únicas que deben contar con información sobre la menstruación son las mujeres; pero los hombres, aunque no la tengan, deben conocerla para entender y respetar a las mujeres con las que se relacionan.

Menstruación y relaciones eróticas

La primera menstruación da comienzo a nuestra capacidad reproductiva; algo que, en muchas familias, se vive con verdadero miedo y preocupación por un posible embarazo: “ahora ya eres mujer y tienes que tener cuidado”. Los varones reciben también mensajes de este tipo: “cuidado con dejar embarazada a una chica”, y en ambos casos, igual de dañinos, se transmite una enorme desconfianza y se hace ver la erótica como una cuestión relacionada únicamente con los riesgos.

Por otra parte, es frecuente entre las personas jóvenes la pregunta “¿Se pueden tener relaciones sexuales con la regla?”. Ante esta cuestión, está bien tener en cuenta que no todos los encuentros eróticos implican los genitales o la penetración. Si es algo que nos produce asco, también merece la pena preguntarnos de dónde parte esa emoción y si tiene relación con esos mitos que ya hemos comentado.

“Cómo te pones. ¿Estás con la regla?”

Uno de los mitos más habituales tiene que ver con que todas las mujeres tienen las mismas vivencias cuando tienen la regla, marcadas por el mal humor y la susceptibilidad. Si bien es cierto que puede haber experiencias compartidas, resultado de los cambios hormonales, cada vivencia es única.

Lo mismo ocurre con el dolor; hay mujeres que ni se enteran cuando tienen la regla y otras que sienten dolor, a veces incapacitante y que puede llegar a ningunearse debido, precisamente, a los prejuicios sobre este tema. Por eso es una fantástica noticia que la reforma de la Ley de salud sexual y reproductiva visibilice esta cuestión, tanto en el ámbito educativo como en el laboral.

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