Aprovechando que hoy es el día mundial de las habilidades de la juventud, hemos preguntado en Instagram, a jóvenes como tú, tres cosas:

• Si alguna vez han sentido que su familia da por hecho que no pueden tomar sus propias decisiones. El SÍ ha ganado por goleada (88%).
• Si eso mismo les ocurre con otras personas adultas de su entorno. En un porcentaje inferior pero igualmente significativo (72%) la respuesta ha sido SÍ.
• Si alguna vez han sentido que, por el hecho de ser jóvenes, la sociedad no les tiene en cuenta en cuestiones que les afectan. SÍ rotundo del 100%.

Quizás tú también responderías que sí (con razón): es verdad que desde el “mundo adulto” muchas veces se trata a la gente joven como si se dudara de sus capacidades por el mero hecho de tener menos años. Como si sus gustos y sus referentes fueran mucho peores “que los de antes” o como si sus emociones fueran exageradas. “¡La juventud está perdida!”, se oye a veces por ahí.

Esto no es nada nuevo. Lleva pasando desde… siempre. Aristóteles (sitúate, año 280 A.C, aprox.) decía: “Los jóvenes de hoy no tienen control y están siempre de mal humor. Han perdido el respeto a los mayores, no saben lo que es la educación y carecen de toda moral”.

La realidad es esta: las y los jóvenes sois gente muy valiosa. Y con información, podéis tomar sin problema decisiones sobre vuestra vida y vuestra sexualidad. Además, hay mucho que aprender de vosotras y vosotros.

Este curso, por ejemplo, hemos aprendido que:

• 1. Conocer cómo habláis nos ayuda a entender cómo sois y además nos enseña que el lenguaje es algo vivo. Hemos aprendido, por ejemplo, que cuando te das un morreo “utilizando” mucho la lengua estás haciendo “la lavadora”. Más gráfico, imposible. La usaremos a partir de ahora.
• 2. Vuestros referentes y mundos culturales hablan de vuestras vidas y de la sociedad actual, y por tanto son los que tenemos que mirar y entender. No podemos seguir hablando de Disney para abordar las ideas sobre el amor si tenemos a Euphoria en las plataformas.
• 3. La diversidad sexual es algo cotidiano en vuestras vidas, que valoráis y vivís con naturalidad.
• 4. Cuando os hablamos desde el placer y no sólo desde la prevención conectáis totalmente con lo que estamos diciendo. La era de los 80 ya pasó, y el “póntelo, pónselo” ya no sirve; nos pedís que vayamos más allá.
• 5. Y, hablando de placer, hemos aprendido que os da mucho gusto que escuchemos vuestras reflexiones (y a nosotras escucharlas porque, a veces, nos dejan con la boca abierta). Pero que para que eso sea posible, necesitamos crear espacios seguros. Sabemos que las personas adultas (o más mayores que vosotros/as) no tenemos todas las herramientas para entender el nuevo mundo en el que vivís.