Foto: Maria Oswalt / 4 minuto
Preguntas y respuestas más frecuentes
Este lunes, 28 de septiembre, las redes se han inundado de mensajes en favor del aborto -bueno y en contra también ya que si por algo se caracteriza es por ser un asunto controvertido-. Conmemorar el Día de Acción Global por el acceso al aborto legal y seguro está bien, ejerce presión. Pero teníamos una espinita clavada…
Resulta que el 28S coincide que también es el Día Internacional del Derecho de Acceso Universal a la Información. Y nos da en la nariz que, a la hora de la verdad, escasea la info directa, clara y sencilla sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Aquí va:
- ¿Abortar es legal?
El aborto es un derecho; tuyo y de todas las mujeres. Actualmente en nuestro país es legal y es una cuestión de salud pública contemplada en nuestra legislación (Ley 2/2010). También es una realidad que necesita y merece ser hablaba para ser comprendida en toda su dimensión.
- ¿Cuándo puedo abortar?
Puedes tomar la decisión de interrumpir el embarazo libremente (y sin necesidad de dar explicaciones) dentro de un plazo determinado que fija la semana 14 de gestación como tope. A partir de la 14 habría que considerar circunstancias específicas.
- ¿Dónde se aborta?
La ley menciona específicamente que debe realizarse en la red sanitaria pública. Y en todo caso, por necesidad, en la privada. Pero la falta de voluntad para cumplir con lo escrito no pasa desapercibida y así la objeción de conciencia ha colocado al aborto en la cartera de servicios privados mayoritariamente. Si bien el Estado sigue pagando la factura de quienes abortan y tienen tarjeta sanitaria.
- ¿Cómo se aborta?
Una vez escoges la clínica proveedora del servicio, solicitas una primera cita donde te realizan una ecografía para confirmar el embarazo y el número de semanas. Además de la documentación pertinente, recibes un sobre con información. Entre la recepción de este sobre y el día de la intervención tienen que transcurrir al menos 3 días obligatoriamente. Es un periodo de reflexión para que te reafirmes en tu decisión o la cambies si es el caso.
Llegado el momento de la intervención en sí misma, existen dos procedimientos:
- Vía farmacológica: se trata de provocar el aborto con fármacos, que nada tienen que ver con la pastilla anticonceptiva diaria o la de urgencia. Suele optarse por esta modalidad en embarazos de hasta 7 semanas y siempre en consenso con el equipo médico.
- Vía quirúrgica: se trata de una intervención breve, catalogada de bajo riesgo y que no implica hospitalización.
Muchas veces nos preguntáis si es obligatorio pasar por el Centro Joven antes de la intervención. La respuesta es no. Pero hemos constatado que quienes nos visitan primero acuden a la cita con mayor información y más calma.
- ¿Qué pasa si soy menor?
La ley recogía que las mujeres menores de edad tienen que contar con el permiso de su padre, madre o representante legal, mientras que en el caso específico de quienes tenían 16 o 17 años, bastaba con informarles (puesto que a partir de los 16 pueden tomar decisiones sobre su salud). Tras las últimas modificaciones, quienes tenéis 16 o 17 también estáis obligadas a gozar de tal permiso.
- ¿Cuánto cuesta?
El aborto es legal, libre y gratuito para todas las mujeres que tengan tarjeta sanitaria.
La Interrupción Voluntaria del Embarazo es el último peldaño de una escalera que se tambalea desde sus cimientos: educación sexual inexistente o anecdótica en el mejor de los casos, recursos anticonceptivos no financiados en su totalidad y un precio de la pastilla Anticonceptiva de Urgencia, más conocida como píldora del día después, desorbitado. Por no mencionar otras vulnerabilidades como las cero herramientas para proponer el uso del preservativo, por ejemplo.
En esta tesitura, quienes optan por el aborto se enfrentan a la sensación de estar haciendo algo terrible y al estigma que pesa sobre él. Pero es obligatorio recordar que no existen prototipos de mujeres que abortan, sino que cada mujer que aborta tiene una historia única detrás.
No permitir el aborto no es erradicarlo, sino relegarlo a la clandestinidad. Permitirlo no es aumentar las cifras, sino asegurar las condiciones en las que se practica.
¡Poder decidir nos hace libres!