El nadador español Dennis González acaba de proclamarse campeón de Europa en natación artística. Hablemos de la homofobia que está sufriendo.
Tú imagínate que después de años de trabajo, entrenamiento, muchísima disciplina, y de renunciar a un montón de cosas por estar horas y horas en la piscina, subes emocionadísimo a redes el vídeo en el que celebras que has ganado y te encuentras con un montón de comentarios del tipo: “trucha”, “habrá que limpiar la piscina de tanto aceite”, “cuánta pluma” y otras 💩mierd*s💩 que es mejor no transcribir.
Esto es homofobia. Es habitual entenderla únicamente como el rechazo hacia las personas homosexuales, pero (la homofobia) también es el rechazo hacia aquellas personas que muestran comportamientos o características que consideramos que pertenecen al otro sexo. Es decir, molesta que un chico –sea gay o no, cosa que no podemos saber salvo si le preguntamos- parezca femenino.
La homofobia no sólo intenta deshumanizar y menospreciar los logros de las personas, sino también negarles el derecho a sentirse orgullosas de sí mismas y de su identidad. Sabemos que la homofobia está presente en muchísimos ámbitos de nuestra vida, pero el deporte masculino es uno de los que se llevan la palma. Y eso no sólo tiene impacto en Dennis, que tendría que poder estar disfrutando de su victoria y no atento a estas polémicas, sino en lo que él mismo dice: “a mí me da igual, pero sé que a un niño que está empezando a hacer natación artística y que reciba comentarios así le va a afectar”.
Desgraciadamente, tenemos muy pocos referentes en el mundo del deporte masculino de chicos que no se muestren como muy masculinos o que hagan saber que son gays. En algunos casos porque muchos deportistas no se atreven a dar el paso y hacerlo público por comentarios y muestras de rechazo como estas (un paso que, por cierto, tampoco tienen obligación de dar, pero estaría bien que pudieran darlo si quieren), y en otros casos porque ni siquiera se había abierto la disciplina a los hombres, y el de la natación artística es un ejemplo.
Sería maravilloso que un chaval, viendo la tele, se encuentre a Dennis ganando el oro y de repente se dé cuenta de que eso le encanta y de que le gustaría animarse a practicarlo -opción que no ha tenido hasta ahora-, pero lo que va a ver y aprender (en redes, o en su casa) es que si haces eso te expones a que te insulten.
¿Es esto lo que queremos? ¿Que los niños y los chavales tengan miedo de practicar un deporte o de mostrarse como son? 😤 El deporte, igual que todos los ámbitos de nuestra vida, debería ser un espacio seguro, en el que cada persona pueda expresar su talento y su pasión. La diversidad en el deporte enriquece a las y los atletas y también a las y los espectadores, que podemos ver reflejada en ellos y ellas una amplia gama de experiencias.
Es fuerte que celebremos el Mundial y la Eurocopa al grito de LOLOLO🎶, y que cuando gana Dennis -que es el botón de muestra de algo que ocurre habitualmente- se le critique. Si eres tú quien lo está criticando, o un colega tuyo, piensa si estás en posición para hacerlo (quizá deberías tener, como mínimo, un oro en la vitrina del salón de tu casa 🤫😝), pero, sobre todo, si estás mandando un mensaje que hace que quienes te rodean -o incluso tú mismo/a- podáis ser menos auténticos.
Y es que, cada vez que denunciamos la homofobia y celebramos la diversidad, avanzamos hacia una sociedad mejor 🤗.